Dolph Lundgren (“Los mercenarios 2″): "Los chavales quieren personas reales a las que poder admirar"

Esta entrevista data de 2012, cuando Dolph Lundgren estuvo en España con el estreno de Los Mercenarios 2. La entrevista fue realizada por La Butaca.net.

DOLPH LUNDGREN (“LOS MERCENARIOS 2″): "LOS CHAVALES QUIEREN PERSONAS REALES A LAS QUE PODER ADMIRAR".



Dentro de la gira promocional de la película recibimos en España al sueco Dolph Lundgren, cuyo personaje, Gunnar, puede que sea el más turulato de todos los integrantes de un grupo salvaje en el que vuelve a coincidir con Jean-Claude Van Damme, veinte años después del primer ”Soldado Universal” (1992).

Tras el éxito de la primera entrega, imagino que habréis trabajado más tranquilos.

Lundgren: Nadie sabía si aquello iba a funcionar, la verdad. La energía era totalmente diferente. Todos teníamos el mismo compromiso con nuestros personajes, claro, pero había un mayor nerviosismo en el rodaje. Pero tienes razón, el éxito de aquella ha hecho que nos divirtamos más en esta, hemos abrazado un tono más paródico y libre, algo que no nos permitimos en la primera.

Incidiendo en ese tono paródico, tu papel es el que tiene un mayor carácter metacinematográfico. ¿Todo venía en el guion o lo sugeriste tú?

Lundgren: Algunos aspectos estaban en el guion, y durante la producción Stallone aportó otros. Además, yo quería marcar un cambio en Gunnar respecto de la primera parte, en la que tenía un recorrido más dramático. Quería que fuese un poco más divertido, he subrayado su carácter antisocial. Hay algunas escenas que no pudimos incluir por cuestiones de presupuesto, es difícil en un reparto tan amplio que todos tengamos protagonismo constantemente.

Tengo curiosidad por saber si en la secuencia de acción final, en la que coincidís todos, se improvisaron totalmente las puyas y los diálogos.

Lundgren: Entre algunos sí, desde luego. Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone se conocen desde hace muchísimo, son socios del Planet Hollywood, son mayores que el resto, están en otro nivel, así que ellos eran totalmente libres. Había un juego distinto entre ellos.

En el cine se ha puesto muchísimo de moda el género de los superhéroes enmascarados. ¿Crees que el público necesita héroes de carne y hueso?

Lundgren: Creo que sí. Imagino que irán surgiendo actores jóvenes que podrán hacer este tipo de acción real que hemos hecho siempre nosotros. Creo que los chavales quieren figuras a las que poder admirar, personas reales, no simplemente superhéroes con mallas y máscaras. Cuando yo era pequeño admiraba a Clint Eastwood, a Charles Bronson… eran reales, personas con cualidad reales, no personajes como de dibujos animados.

Ahondando en esta idea, ¿crees que la gente aún necesita la acción típica ochentera?

Lundgren: Yo creo que sí, porque no hay prácticamente nadie rellenando ese hueco que se dejó vacío. Sylvester ha sido lo suficientemente inteligente como para verlo y aprovecharlo. Y todos los que participamos dominamos en la vida real las disciplinas que lucimos en pantalla, y eso sí me parece necesario.

¿A quién echas de menos en la película de cara a la siguiente entrega?

Lundgren: Wesley Snipes, Dwayne Johnson, Vin Diesel, Jackie Chan… vi a Jackie en San Diego en la Comic-Con hace unas semanas, y tiene un aspecto realmente estupendo. Gina Carano, me encanta. Y Clint Eastwood, imagínate, en el papel de un general o algo así. Pero no sé si pueden pagarle. Y tampoco sé si habrá más entregas, hay que ver cómo funciona.

Hace unos días, a raíz de la tragedia durante el primer pase nocturno de “El Caballero Oscuro”, Harvey Weinstein dijo que todos los que tratan la violencia en el cine deberían sentarse a reflexionar sobre ello. ¿Alguna opinión al respecto?

Lundgren: No creo que la naturaleza del ser humano cambie si desaparece el cine violento. Si quitáramos la violencia del cine la gente seguiría actuando igual, es algo mucho más complejo. También hay videojuegos ultraviolentos, por ejemplo, no es una cuestión exclusiva del cine. Otro buen ejemplo es el servicio militar; cuando yo era joven era distinto, era mucho más una cuestión de disciplina y valores. Ahora son un montón de muchachos hormonados en un entorno muy agresivo. No sé, es muy complicado.

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